Es la ciencia y arte de diagnosticar y tratar las disfunciones de movilidad de los tejidos del cuerpo humano, que provocan trastornos y alteran el estado de salud del organismo.
Basado en principios:
- Ley de la arteria: los tejidos han de estar bien irrigados vascularmente y linfáticamente y estos líquidos han de fluir libremente por el cuerpo, sin restricciones.
- La estructura gobierna la función y al contrario.
- El cuerpo como una unidad: no podemos entender una disfunción mirando sólo aquella estructura, ya que puede venir de otra parte del cuerpo.
- La capacidad del cuerpo para hacer la autocuración, por este motivo, cuando tratamos con osteopatía, mínimo haremos la próxima visita en una semana ( exceptuando casos muy agudos o bebés que tienen problemas en la lactancia ).
Como decía el fundador de la osteopatía el Dr. A.T.Still: “encuéntralo, arréglalo y déjalo estar”.
En osteopatía Gavà entendemos que no hay tipos de osteopatía, ya que utilizamos técnicas estructurales, fasciales, craneales y/o viscerales dentro de un mismo plan de tratamiento ya que buscamos una globalidad del paciente. El tratamiento se tiene que hacer con un sentido y una intención.
La osteopatía está indicada para cualquier persona tanto para tratar disfunciones como para prevenirlas. No hay límites de edad ya que las técnicas se adaptan al paciente que acude a la consulta.
Una sesión de osteopatía consta de la realización primero de la historia clínica del paciente que se realiza a través de una anamnesis: realizarle preguntas sobre motivo de la consulta, historia clínica previa ( accidentes, enfermedades anteriores, cirugías ), historia familiar, medicación actual pero también pasada ya que hay medicamentos que tienen efectos a largo plazo, historia social ( hábitos, dieta, ejercicio.. ) y preguntas sobre los sistemas neurológico, cardiovascular, respiratorio, digestivo y ginecológico. Después pasamos a la exploración general y específica de la zona a tratar que comprende observación, palpación, realización de tests activos y pasivos, tests más específicos y de seguridad para llegar a un plan de tratamiento.
Después tratamos según las técnicas que creamos más oportunas. Cada plan de tratamiento es específico para aquel paciente. Posteriormente, si se requiere, se pueden pautar ejercicios, consejos dietéticos, posturales… que pueden ayudar a mejorar aquello que está ocasionando la disfunción que tratamos.